Cónclave: oscuros secretos bajo la iglesia.

Conclave, 2024 - House Productions, FilmNation Entertainment - Fórum Hungary, Société nouvelle de distribution, Leonine Distribution.
Conclave, 2024 - House Productions, FilmNation Entertainment - Fórum Hungary, Société nouvelle de distribution, Leonine Distribution.

Sé honesto, pero no demasiado. Cada uno de nosotros tiene una sombra, una que mantiene una imagen de pulcritud en la luz, incluso en lugares donde la virtud es la imagen exterior. Cónclave, película que trata sobre la búsqueda de un nuevo papa de la iglesia católica, toma este tema y muestra cómo en un lugar como lo es la iglesia, lugar que debería ser de bondad y verdad, hay secretos que pueden tener graves repercusiones cuando se está cerca de llegar a la cima. 

La muerte del papa abre la puerta a uno nuevo, uno que puede cambiar el rumbo de la iglesia católica. No es un secreto para nadie que el papa, con sus decisiones y sus estamentos en público puede hacer un cambio; una iglesia donde todos se sientan bienvenidos, o una donde solo los escogidos tengan las puertas abiertas. Cada sacerdote, obispo y cardenal ha soñado con ser quien tome las santas vestimentas, y el día ha llegado. Para decidir, se hará una votación, con aquellos que tengan una trayectoria en la iglesia y que sean reconocidos por sus pares. ¿Qué puede hacer cambiar de opinión a los demás? ¿Podrán cambiar de opinión al revelarse cosas del pasado?

Nuestros ojos están sobre el cardinal Lawrence, cardinal que lamenta la muerte del papa e intenta mantener el orden en un momento tan importante, pues fue la última voluntad del papa. Para escoger al nuevo líder, deben organizarse varias votaciones. Los cardenales ponen su voto, uno por uno, durante tres días, hasta que obtengan una mayoría de votos. El primer día es claro: hay varios favoritos: el cardenal Tedesco, de Italia, representa una iglesia más tradicional. El cardenal Tremblay, de Canadá, quien no promete hacer grandes cambios. El cardenal (y favorito de Lawrence) Aldo, de los Estados Unidos, representa una iglesia más liberal. El cardenal Adeyemi, de Nigeria, quien representa una iglesia más inclusiva por su color de piel. Así, con estos cuatro contendientes, llega un arzobispo del cual nadie sabía de su existencia: Vincent Benitez, un arzobispo mexicano que brinda alivio espiritual en la guerra de Kabul. Tras su llegada y una extraña bienvenida, Benitez se sienta con aquellos que hablan español, y la comida continúa.


Lawrence, para dar apertura a la ceremonia solemne, decide salirse un poco de las reglas y habla sobre la certeza. Todos los hombres allí reunidos, están allí porque desean compartir la palabra de Dios con el resto del mundo, una palabra sobre el amor, la tolerancia y, más importante, la fe de creer ciegamente en ello. La certeza de un Dios, de lo correcto. La fe, esa esperanza que el ser humano mantiene latiendo en la mente y el corazón luego de enfrentar la incertidumbre… ¿Qué hay más allá? ¿A qué me puedo aferrar ante la injusticia, la violencia o las dudas existenciales? ¿Podrá haber algo mejor que esto? El mundo nos ofrece certezas para darnos alivio, y la religión, aunque a veces parezca que solo tiene certezas absolutas, es válido cuestionarlas también. Jesús dijo antes de ser crucificado, Padre, ¿por qué me has abandonado? y esta es la reflexión de Lawrence.


Tras esta reflexión pasa la primera votación, revelando lo esperado, con algunos cambios: un voto para Benitez y otro para Lawrence. ¿Qué es aquello que podría cambiar los resultados? No pasa mucho para que algunas cosas comiencen a pasar: en las noches sonidos extraños salen de habitaciones vecinas, sospechas de una última conversación entre el papa y el cardenal se hacen más grandes, los cardenales murmuran para ganar más seguidores, y Aldo parece poco entusiasta en buscar los votos. Lawrence, siguiendo sus instintos, comienza a investigar. 


Uno de los grandes escándalos de la iglesia católica, sin lugar a duda, tiene que ver con la pederastia. No es un secreto que la iglesia ha encubierto estos lamentables hechos, con niños,y monjas también. Uno de los primeros secretos en ser revelado tiene que ver con esto, pues una de las monjas invitadas a ayudar con el almuerzo fue abusada por uno de ellos cuando era joven, dejándola embarazada y a su suerte. Sirviéndole a su abusador el almuerzo, ambos se dan cuenta y hacen un escándalo, lo que pone los ojos en Adeyemi. El cardenal Adeyemi asume su culpa frente a Lawrence en privado, diciendo que parte de ser humano es aceptar la imperfección, que un hombre puede pecar y arrepentirse… Que le permita seguir adelante. Sin embargo, Lawrence sabe la gravedad de lo que hizo, y solo le dice que pida a Dios por perdón. No somos perfectos, mucho menos los hombres que intentan ser santos, pero los pecados tienen consecuencias, y pueden llegar  justo cuando ibas a ser el favorito.


¿Y cómo llegó esa pobre mujer en días tan importantes? Los presentimientos hacen que Lawrence investigue a fondo, no en una forma detectivesca, sino escuchando atentamente los rumores. El rumor dice que la última conversación entre el difunto papa y Tremblay no fue precisamente algo bueno. El papa, según el rumor, le prohibió presentarse como candidato, pero él niega aquello. La única forma de comprobarlo, es rompiendo el sello y entrar al lugar donde murió el papa. Lawrence lo hace, y descubre en la cama del padre unos documentos que lo cambiaría todo.


Otro de los grandes escándalos que ha arrastrado la iglesia por años ha sido la corrupción. La corrupción, ese veneno destilado del pecado de la avaricia que se ha extendido por tantas sociedades y comunidades. El dinero puede cambiar a las personas, incluso a aquellos que prometieron su vida a ayudar a los necesitados. En el cuarto del difunto papa, había varios documentos que probaban que Tremblay estaba desviando fondos de la iglesia para su propio beneficio. El papa lo había descubierto y le había dicho que no podría postularse, pero Tremblay quiso mantener esto oculto para su beneficio. Haciendo una referencia a la película Chicas Pesadas, las copias de estos documentos quedan meticulosamente en el comedor, para que todos los cardenales los lean y no quede la menor duda de quién es Tremblay. Ante las pruebas y la poca defensa, quedan solo tres contendientes: Aldo (quien estuvo a punto de dejarse comprar por Tremblay), Lawrence (que ha ido ganando votos poco a poco), y Tedesco.


Todo parece obvio. Quién debe ser el siguiente papa debe ser Lawrence, el hombre que ha ido desenmascarando a aquellos hombres con pecados pesados sobre sus hombros. Cuando los últimos votos están cayendo en la urna, y unas sonrisas se dirigen a Lawrence cuando es su turno de votar… Pasa lo inesperado. Un atentado irrumpe desde el techo de la iglesia, por todo lo que la iglesia representa, por todo lo que debería cambiarse. Cuando todos verifian que están bien y van a otro cuarto, es cuando Tedesco piensa que es justo eso lo que debe cambiar, que “la iglesia debería imponer el orden respondiendo con odio.” Justo cuando sus palabras comienza a resonar en los demás, alguien que ha estado desde el inicio, da un discurso que toca el alma y mente de todos los presentes. 


Aquel sacerdote que llegó siendo un misterio, Benitez, interrumpe a Tedesco. ¿Queremos una guerra? ¿Aquella institución que predica el amor y la esperanza debería ser quien incite más odio? Es fácil juzgar y buscar enemigos en común, culpar a alguien del resentimiento que todos cargan e irse en su contra; es más difícil buscar algo de paz en medio del resentimiento. Nadie quiere vivir en guerra. Nadie quiere vivir con la zozobra de ver a sus seres queridos morir en el campo de batalla, de no comer, de tratar de buscar algo de tranquilidad en la oración. Si el mensaje de Dios es amor, deberíamos comenzar por entender la razón del odio del otro, y tender un camino a la reconciliación. Aquel que vive la guerra, sabe bien que no desea repetirla. Con este bello discurso, hay un silencio por parte de los demás miembros de la iglesia, y en él, una aceptación de haber encontrado a la persona indicada. Este discurso no solo es una crítica a la iglesia, sino una crítica a la falta de empatía que ahora hay en el mundo,junto a una invitación a armar nuevamente el puente del diálogo. 


Con una gran mayoría de votos, Benítez es elegido como papa, pero se revela una verdad que Lawrence decide guardar. Benítez había ido al hospital hace unos meses, para hacerse un procedimiento médico referente al cambio de sexo, pues es intersexual, y criado como hombre. Decidió no seguir con el procedimiento, pues Benítez se ve a sí mismo como un hermoso trabajo de Dios, uno que quiere respetar. Un nuevo papa que tiene ambas sexualidades, sería todo un escándalo para la iglesia, pero Lawrence sabe que él es la mejor opción, pues representa el cambio a lo más humano. Ser honestos, pero no demasiado, por el bien de la iglesia; por el bien de aquellos hombres y mujeres que necesitan abrazar una esperanza de amar al prójimo.


Por: Yulieth Jasbleidy Nuñez Bernal (Jazzby)



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