Oppenheimer y el fuego traído a la humanidad.
Los átomos se esparcieron, el fuego consumió todo a su paso y la muerte se hizo visible en forma de un hongo gigante. No sólo Japón, sino todo el mundo quedó estupefacto por la bomba atómica. Aquellos que lanzaron la bomba, celebraban la victoria de miles de inocentes, pues la misión había sido un éxito, incluso, superó las expectativas. Detrás de la bomba implacable, los científicos se alegraron de ver los resultados de su investigación… Pero el hombre quien estuvo a cargo de todo, era atormentado por las consecuencias de su creación.
Nolan nos trae, entonces, la historia de Oppenheimer, el padre de la bomba atómica. ¿Cómo contar la historia de un hombre que pasó de ser un héroe a un villano? ¿Cómo hablar de este descubrimiento científico y su uso en la guerra? Para ello, Nolan plantea una metáfora desde el inicio de la película, retomando un antiguo mito griego.
En la primera escena, vemos a un joven Oppenheimer que observa cómo caen gotas de lluvia. Luego de esto, pasamos a una enorme explosión, y la frase:
“Prometeo robó el fuego a los dioses y se lo dió al hombre
Por ello, fue encadenado a una roca y torturado por toda la eternidad.”
Prometeo fue un titán y, ante los dioses, se volvió una amenaza. Al llevarle el fuego a los hombres, les dio el conocimiento para dejar la adoración a los dioses de lado. Prometeo les brindó todo para iluminar, crear, y también para destruir (o auto-destruirse.) Los dioses, por su traición, decidieron darle un castigo ejemplar: encadenarlo a una roca y, todos los días, un águila se le comerá su hígado. Con sus entrañas afuera, el dolor de ser comido vivo desde adentro se vuelve la tortura para toda la eternidad. ¿Cómo esto se relaciona con Oppenheimer?
La película se muestra desde dos perspectivas: La objetiva y el tiempo presente, que es mostrada con blanco y negro, y con Lewis Strauss como foco,; y a color, la perspectiva de Oppenheimer, junto a su pasado. Strauss está en juicio, queriendo demostrar que Oppenheimer es un peligro para Estados Unidos, pues al parecer, dio avances científicos a los Soviéticos. Estos hechos ocurren luego de la bomba atómica, en plena guerra fría. ¿Cómo pueden hundir al gran héroe, y cuál sería la razón?
En el presente, Oppenheimer está en lo que parece un juicio, en un espacio cerrado, claustrofóbico, con ojos encima, donde lo interrogan por todo lo que hizo respecto a la bomba atómica. Oppenheimer debe dar explicaciones, ser juzgado, incluso por las cosas que aparentan ser más insignificantes. El juicio es, entonces, aquella roca donde está encadenado, donde no puede escapar. Debe enfrentar con dolor cómo sacan todo lo que tiene dentro, debe ver cómo cada uno de estos personajes se come sus entrañas.
La historia comienza con Oppenheimer, en sus épocas de estudiante. Los sueños de la física se traspasan a la realidad, lo que lo distrae de las clases de Europa que parecen aburridas. Al estar distraído de las clases, uno de sus profesores lo castiga pidiéndole organizar el laboratorio, mientras los demás se van a una conferencia de un científico importante. Él, en su ira, intenta envenenar a su maestro. No pasa mucho para que caiga en cuenta de su error y bota la manzana. Con esto, vemos a Oppenheimer como un hombre apasionado por el conocimiento en el campo de la física, pero que está lejos de ser perfecto en la parte moral.
En Europa estaban varios de los científicos que harían grandes descubrimientos. Oppenheimer era de Estados Unidos, pero esto no lo detuvo de ir a Europa, ávido de los nuevos avances en la ciencia. El fuego latía en las mentes de dichos científicos, y Oppenheimer estaba listo para tomar un poco y esparcirlo por Estados Unidos. Al volver a su país, le ofrecen comenzar clases de física, trayendo ese fuego de Europa. Oppenheimer había hecho con sus investigaciones bastantes avances también, y con sus estudiantes pudieron avanzar cada vez más.
En la euforia de las investigaciones, de lo nuevo, se cocinaba un ambiente político complicado. El comunismo y el capitalismo, chocando cada vez más, se hacían sentir por medio de los sindicatos en Estados Unidos. Oppenheimer y sus estudiantes se emocionaban entre las charlas de los derechos, pero ojos superiores observaban a Oppenheimer como un posible peligro, un líder que ama el comunismo. Aparte de los debates, la segunda guerra mundial hace que las ideas del comunismo y capitalismo se hagan mucho más peligrosas. Científicos hay en todo el mundo, y las mentes brillantes también aparecen a favor del enemigo. Con esto en mente, Oppenheimer debe tomar una difícil decisión, pues los avances de la física y química llevan a algo en común: la bomba atómica. ¿Quién será el primero en completar una bomba poderosa para poner fin a este debate ideológico?
Nuestro científico protagonista tiene varios pecados, pero uno de ellos es ser mujeriego. En dichos debates, mantenía relaciones con diferentes mujeres, pero Jean Tatlock robó su corazón. Ella, siendo una mujer que tomaba el liderazgo de los debates y era vista como izquierdista, se volvió su adoración. Ambos, sin embargo, no llegaron a casarse, lo que llevó a Oppenheimer a escoger a otra mujer: Kitty. No obstante, Tatlock se volvió su amante, y por el dolor de no tenerlo, terminó suicidandose. Aunque esto parece solo algo morboso, será importante más adelante.
El proyecto Manhattan fue el proyecto de investigación donde fue ensamblada la bomba atómica. Organizados en Nuevo México, Los Álamos, dejaron a Oppenheimer a cargo de ello. ¿Quién ganará haciendo la bomba atómica? Con el patriotismo y la paz como bandera para estas investigaciones, Oppenheimer crea un pueblo en Los Álamos y avanzan cada vez más rápido sus experimentos. No, no queremos la bomba atómica en manos de los Nazis, se decían todos, aunque sabían el poder destructor de dicha bomba. Aunque Oppenheimer sabía bien los alcances del proyecto, seguía repitiéndose que lo hacía por un bien mayor.
Volviendo al presente, en el interrogatorio, comienzan a cuestionarlo. ¿Serle infiel a Kitty con una líder de izquierda? ¿Ser responsable de forma indirecta de la muerte de Tatlock? ¿Participar en la bomba atómica que mataría a muchos inocentes? ¿Tratar de envenenar a su profesor? Sus entrañas están al aire, la luz se enciende, todo es una pesadilla, un ruido constante que lo mantiene en lo que parece una eternidad. Cada respuesta que da parece ser la incorrecta, está atado sin poder hacer nada.
Una de las frases más importantes de la película, en mi opinión, es la que le dice Kitty cuando Oppenheimer se entera de la muerte de su amante. “Si cometes un pecado, no puedes esperar que te tengan lástima.” Tras la prueba Trinity, que resulta ser un éxito (y una de las mejores escenas de la película, la detonación de la bomba), Oppenheimer muestra los resultados al ejército, quienes organizan la gran bomba. Tras escuchar que las detonaciones en Hiroshima y Nagasaki fueron un éxito, él comienza a ser acechado por los fantasmas de los inocentes. Los aplausos se transforman en gritos, las caras se deforman, en los pies de Oppenheimer hay cuerpos pulverizados, lamentos y muerte. Él dice que lo hizo por un bien mayor, pero esto no quita todo el dolor que trajo consigo. Comienza a cuestionarse, se contradice, tiene una herida abierta aunque todos lo vean como un héroe.
Para tratar de enmendar todo el daño que trajo el fuego que llevó al mundo, intenta apagarlo. Intenta frenar la construcción de más bombas, se vuelve una figura controversial, pero ya es demasiado tarde. Strauss es una figura que quiere acabar con la guerra fría con bombas de hidrógeno, así como demostrar que Oppenheimer le dió conocimiento al enemigo, en este caso, los soviéticos. Su vendetta se vuelve personal, al haber sido humillado por Oppenheimer en una discusión de los elementos que constituyen la bomba. En el juicio donde Strauss quería hundir a Oppenheimer y subir al poder, sin embargo, pierde tras el testimonio de varios científicos, pues ellos son conscientes del peligro de las bombas atómicas.
El fuego puede iluminar, crear, ser vida, pero también puede destruir. Todos tienen el poder de la destrucción al alcance de un botón, y por eso el final de esta película es tan especial. Einstein, quien dio las bases a la física que tenemos hoy en día, veía con horror cómo su sabiduría fue usada para la muerte. La charla que tienen al final ambos científicos, nos hace saber, con horror, que este capítulo aún no se ha cerrado… La destrucción sigue en pie, pues ese fuego preciado de parte de la ciencia, puede quemarlo todo.
No olvides dejarnos tu opinión, y recuerda que en Cinefervescente puedes encontrar podcast, vídeos y más.
Por: Yulieth Jasbleidy Nuñez Bernal (Jazzby)
Comentarios
Publicar un comentario