Celeste y sus revelaciones.
-¿Me estás diciendo que lloraste con un juego de plataformas?
-Es que no es cualquiera, me rescaté Celeste, y deja de mirarme así. Yo sé que suena raro, pero sí. Y mira que no lloré por la frustración de haber perdido como quinientas veces, sino porque la historia es muy bonita.
-Mira que nunca le puse cuidado a los diálogos, solo me estresaba lo difícil que era ese juego.
En el mundo de los videojuegos, están quienes buscan la gloria venciendo a sus rivales o venciendo retos, y están aquellos que, mientras vencen a sus enemigos, encuentran una historia que resuena con sus almas. Ninguno es mejor que el otro, muchas veces un jugador puede pertenecer a ambos grupos. El primer grupo suele ir a juegos competitivos para medirse a sí mismos, mientras que el segundo busca juegos de un jugador que cuente algo. ¿Qué ocurre con Celeste entonces?
Celeste es un videojuego de un jugador, pertenece al género de Plataformas, que cuenta la historia de Madeline, una chica que quiere subir la montaña llamada Celeste. En apariencia es bastante sencillo: Su estética es de pixel art, con entornos y personajes memorables. La banda sonora habla mucho de lo que ocurre en el interior de Madeline, y la historia es contada con diálogos que aparecen en momentos claves. El gameplay es simple: debes pasar escenarios dando saltos específicos, contando tus habilidades de aguante y doble salto. Lo que no es sencillo es que, a medida que avances en la montaña Celeste, el plataformeo se intensifica.
Madeline inicia su viaje como un personaje duro, al interactuar con los demás se muestra con una aparente confianza, es un poco dura en el exterior. Su meta es escalar la montaña, pero una anciana que vive en la falda de esta le advierte sobre la montaña Celeste. La montaña puede revelar cosas que no todos pueden entender, le dice entre risas, pero ella decide seguir adelante. El entorno comienza iluminado, pese a ser de noche, con colores azules, y una dificultad no muy grande. En el camino, Madeline se encuentra con otro personaje, Theo, un hombre que también desea escalar la montaña. Tras hablar un poco con él, sigue, hasta quedar exhausta. Madeline duda si seguir su camino, pero decide descansar antes… Y en sus sueños, “continúa” su trayecto, hasta que encuentra un espejo. Su otro yo sale del espejo, se va, hasta que Madeline la alcanza.
La primera charla de ellas deja claro que la Madeline morada es “parte de ella”, una parte que la Madeline normal no sabía que tenía. Su otro yo le grita para que se rinda, quiere que deje de escalar la montaña. A la negativa de Madeline normal, Su yo maligno la persigue, la atormenta. La intenta manipular diciendo que es su parte racional, que la conoce, que no es una escaladora. Madeline escapa de su yo maligno y llega a una cabina telefónica, donde habla con su madre. Nuestra protagonista, muy asustada, le dice que está en peligro… Pero su madre no le cree. Su pánico parece más una locura, algo para “llamar la atención,” ¿y no es esto que pasa muy seguido con las personas que sufren de ansiedad? Aquellas preocupaciones, ante los demás, parecen exageradas, pero la persona que lo vive sufre con estos pensamientos de peligro e incertidumbre. Sin embargo, esto es un sueño de Madeline, es lo que ella piensa que sus seres queridos piensan de ella. La ansiedad toma el control y la abruma, mostrándose con su otro yo ganando. Al despertar, Madeline continúa su camino, y vemos su verdadera relación con su madre. No es como en el sueño, le indica que debe respirar, la apoya a seguir, mostrando cómo en la cabeza de Madeline su percepción cambia al dejarse llevar por sus pensamientos ansiosos.
Nuestra chica ansiosa llega a un hotel abandonado, o eso cree ella. Un fantasma la recibe, llamado Oshiro, un hombre atormentado y acumulador, que habla mucho consigo mismo. El yo vs yo se ve muy claro en este personaje, es lo que le espera a Madeline si no lucha contra su yo maligno. El otro yo del dueño del hotel lo domina, le hace dudar si está diciendo lo correcto, incluso en cosas sencillas como un saludo. Al final, por más que Madeline lo intenta ayudar a organizar el hotel y que sea libre, se da cuenta que es una pelea en la que no puede involucrarse. La depresión, la ansiedad, es algo en lo que otros no pueden luchar por ti.
La montaña Celeste es reveladora. Toma quien eres y le da forma a lo negativo, como al dueño del hotel, quien pierde contra sí mismo. Así mismo, lo negativo de Madeline está en su otro yo. Al salir del hotel, Theo y ella siguen escalando (y por cierto, la dificultad aquí es más grande) pero tras llegar a una góndola, subirse con Theo y que ésta comience a fallar, Madeline se siente abrumada, y tiene un ataque de ansiedad. No puede respirar, todo parece gigante, todo parece que se irá a la perdición, y la oscuridad mueve la góndola. Theo le enseña una técnica de respiración con una pluma, y de paso, al jugador. Algo que valoro mucho de este juego, es que al enseñarle al jugador la técnica de la pluma, es algo que puede aplicar a la vida real si tienen un ataque de pánico o ansiedad.
Al continuar, llegan a un templo. Theo queda atrapado en él, detrás de un cristal y Madeline le ayuda a escapar. Todo es bastante oscuro. En este templo hay ojos que la ven todo el tiempo, la juzgan, la hacen creer que no podrá salvarlo, pero lo hace. Lo logra, y ambos se van a hablar un rato en un campamento. Tras conocer un poco a ambos personajes, Madeline cae dormida, y vuelve a enfrentarse consigo misma, esta vez, con el elemento de la pluma. Sin embargo, su otro yo le quita el elemento clave para tranquilizarse, pues Madeline le dice que la dejará atrás para llegar a la cima. Su otro yo, furiosa, le corta la pluma y la deja caer a lo profundo de la montaña.
No tiene a Theo, y tampoco tiene nada para ayudarse, pero comienza a recorrer el lugar. En un lugar donde ve su reflejo, comienza a decir que odia a su otra parte, pues la saboteó estando tan cerca de la cima. Le da la razón a su otro yo, y en lo más profundo, continúa subiendo de a poco, hasta encontrar a la abuela del inicio. Tras una breve charla, donde es claro que Madeline no quiere rendirse, decide hablar con su otro yo. Ambas están en lo más profundo, y una vez caes tanto, solo queda subir, ¿verdad? Después de una pelea entre ambas Madelines, Madeline normal entiende que su parte negativa tiene miedo de ser abandonada.
Esta lucha es bastante desafiante, pues no solo el jugador debe esquivar los ataques de la otra Madeline, sino seguir avanzando en el entorno hostil. Ser preciso y rápido, que va perfecto con la historia que cuentan. No solo son importantes los diálogos, sino también desde el gameplay hacerle sentir al jugador lo que ocurre con el/la protagonista.
Tras una larga pelea con la otra Madeline y derrotarla, Madeline logra calmar a su yo maligna, y le dice que la necesita. Con un abrazo, ambas entienden lo importante de la otra y reconcilian sus dos mitades, haciendo de esto una Madeline completa. La idea de que debemos ser perfectos dejando atrás los sentimientos negativos es algo que escuchamos en la sociedad actual, no estar tristes, enojados, con miedo… Solo felicidad extrema y éxito en todo lo que hacemos. Somos humanos, hay luz y oscuridad, sentimientos agradables y dolorosos, y ambos son necesarios.
Madeline y su otro yo suben la montaña, ayudándose entre ellas… Enfrentando los retos que tiene la montaña, pero al estar juntas, es mucho más fácil. El entorno es pastel, mucho más tranquilo, y desde el gameplay sigue dando dificultad, pero no se vuelve imposible de lograr. Al final, nuestra querida Madeline llega a la cima, superando los obstáculos, y conociéndose mucho más.
Celeste es un excelente videojuego que nos habla de cómo conocernos mejor, de la compasión que debemos tener hacia nosotros mismos y a superar aquellos pensamientos que nos hunden con facilidad. El plataformeo es conocido por ser bastante difícil, lo que hace que aquellos que buscan un reto se mantengan al borde de su asiento para conseguir las fresas, elementos que desbloquean nuevos mapas aún más difíciles. Algunas personas, como yo, lloramos con la escena de la góndola, pues la ansiedad puede transformar la realidad como la conocemos… Pero tener una red de apoyo y conocernos, permite superar poco a poco todo esto. Espero que llegues a tu cima, querido lector.
Por: Yulieth Jasbleidy Nuñez Bernal (Jazzby)
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