Anora: La Idealización del amor y su agridulce final.

Anora, 2024 - FilmNation Entertainment, Cre Film - UIP Duna, Le Pacte, Neon.

¿Ya conociste al amor de tu vida? Seguramente has escuchado que, al conocer a la persona de tus sueños, algo se despierta en nuestro interior y, decimos, él o ella es. Esa persona que te salve de tus defectos, de la realidad triste en la que vives, que te lleve al cielo y te trate como siempre lo has soñado. ¿Y si un día aparece un príncipe azul que llega a tu trabajo y te lleva a una mansión? ¿Eres la cenicienta que espera un milagro? ¿Estarías dispuesto/a a ver todo con los ojos del amor, ignorando el posible dolor? En la película ganadora del Óscar, Anora, se explora esta idealización y el aferrarse a ese sueño sin importar qué. 

Ani es una bailarina y prostituta que trabaja en un bar. Desde el inicio, Ani se presenta como una mujer joven llena de vida, alegre, sensual, e inteligente. Una noche, su suerte cambia cuando se encuentra con un joven oligarca ruso que se fija en ella,y pronto contraen matrimonio. Sin embargo, al ser parte de la realeza, no será fácil que Ani sea aceptada, por lo que la familia del joven hará lo posible para anular el matrimonio. 

Ani vive con su hermana y lo que gana apenas le da para subsistir; vive en una casa pequeña bajo el ruido incesante del tren que se eleva sobre el suburbio. Trabaja duro de noche, duerme de día, se devuelve en el metro, e intenta estar feliz con su vida. El día que conoce a Vanya, el joven ruso que ella seduce en el bar, su vida cambia. Este joven le pide ser su “novia” paga por el tiempo que estará en Estados Unidos, pues le agrada que ella pueda comunicarse con él en ruso. Ani comienza esta aventura con los pies en la tierra: solo es un cliente más, que la lleva a su mansión porque está de vacaciones. Nada más. No obstante, estar rodeada de lujos y pasar el año nuevo en una enorme fiesta, hablar con él, sentirse cómoda pues él es joven como ella, la lleva a pensar que tal vez tenga una oportunidad de cambiar su suerte. 

Tras una semana de fiestas y descontrol, donde Ani fue presentada como la pareja de Vanya con sus amigos, en Las Vegas, él le propone matrimonio. Lo que comienza con una suposición se hace realidad, y van a una capilla en las Vegas a casarse. Hasta ahora, la película ha sido de colores vívidos, de luces azules y rojas, de excesos y de la ilusión latente de Ani por vivir todo esto al máximo. Esa es la vida que ella merece, con alguien que tiene una leve conexión. Sería tonto decir que no, ¿verdad? La princesa que viene de abajo y el príncipe. El tiquete de oro que Ani toma, con la esperanza de un “felices para siempre.”.

Tras una semana, donde Ani renuncia a su trabajo como stripper, dejando una icónica línea “Los celos son una enfermedad, recuerda eso Diamond” a una de sus compañeras en el bar, Ani vive una vida un poco más tranquila. Ani intenta sacarle información a Vanya, mientras él juega videojuegos, para cerciorarse que todo va bien. Como si estuviera invocando el caos,  llegan los problemas. Vanya se ha presentado como un joven que solo quiere vivir la vida al máximo, y al primer momento donde debe tomar responsabilidad, sale corriendo. Oh Ani, tu querido esposo te ha dejado en ropa interior con dos hombres que han sido mandados por tus suegros, pensando en anular el matrimonio. 

Aquí conocemos dos personajes que, aunque al inicio parecen villanos, solo están haciendo su trabajo. Por supuesto, Ani está a la defensiva, pues no quiere perder esta vida soñada que tiene ahora. ¿Qué se espera de un matrimonio? El apoyo mutuo, la honestidad y comprensión, condimentada con pasión y ternura. Ani tiene los condimentos, pero las bases están derrumbándose, en el momento en el que él la deja sola. Ani quiere pensar que su amado esposo hará algo para defenderla, que como en los cuentos de hadas, se plantará a sus padres y les dirá lo increíble que es ella, y volverán a su felicidad. 

¿Quiénes son estos dos hombres? Garnick e Igor trabajan para Toros, el hombre que está a cargo de mantener a Vanya bajo control. Ani lucha con ellos, pues quiere buscar a su esposo, y que les ponga un alto a ellos. Sin embargo, como quedó sola, debe defenderse de ellos. Los ataca, los patea, bota cosas, rompe muebles, parece un animal salvaje. ¿Cómo no? Ani se está aferrando, con sus uñas de mariposa a su matrimonio, uno por el que ella peleará hasta el final. 

Luego del altercado, atan a Ani hasta que Toros llega, y él le explica que su matrimonio solo fue un malentendido. Vanya es un inmaduro que solo busca el caos, llamar con excesos la atención de su familia, y él sabe que Ani solo es un juego para él. Ani se niega a creerlo, ella realmente cree que él la ama y lo daría todo por el matrimonio. Toros le promete remuneración económica, y la película ahora cambia a cómo este grupo busca a Vanya para anular la unión. En esta búsqueda por su esposo, Ani aún se aferra al sueño, pensando que solo está asustado, que una vez hable con él, podrá hacerlo entrar en razón. Después de todo, es su esposa y la escuchará… ¿verdad? 

Las llamadas Red Flags son esas actitudes en una persona que representan un peligro para la relación, o para el trato de uno de los involucrados. Cuando estamos en el proceso de enamoramiento, ignoramos todas esas red flags, porque vemos todo color rosa. Esas banderas rojas parecen rosas pastel, algo inofensivo que uno tiene “el poder de cambiar con el amor.” Lamentablemente para Ani, que es joven y se deja deslumbrar por la belleza y el lujo que tiene Vanya, esas Red Flags se perdieron en el brillo de la noche y la joyería. Cuando llega el momento de tomar responsabilidad, él simplemente deja que otros resuelvan sus problemas. Para Ani, que sacrificó lo poco que tiene, es un todo o nada, y lo está perdiendo.

Tras buscarlo por toda la ciudad, lo encuentran totalmente ebrio, con una de las compañeras del bar de Ani, Diamond. Esta chica, con la envidia brotándole por los poros, disfrutó de tomar al esposo de Ani y mostrarle la realidad: él sólo quiere pasarla bien, sin importar con quién. Vanya acaba de romper la ilusión, dañó la reputación de Ani, y su “felices para siempre” se acaba de ir en la pelea que tiene con esta mujer. Ella es quien lucha, ella es quien se daña sus uñas peleando con todos los que quieren “dañar” su matrimonio; y él solo toma, se droga y busca el placer inmediato. Ani ve con tristeza como a su esposo le da igual todo esto, él solo quiere acabar con la farsa pronto. Él termina de estallar la poca esperanza que le quedaba a Ani diciéndole que debe subirse al avión con su familia y anular el matrimonio. ¿Eres tonta? Por supuesto que este era el resultado conmigo, soy un inmaduro que no entiende qué es el amor, porque ni en mi familia eso existe. 

Un personaje que está desde el inicio con una mirada de compasión hacia Ani es Igor. Él, quien al inicio debe atarla defenderse de ella, por órdenes de su jefe. Luego se disculpa por tener que amarrarla, la desata, pero la relación entre ambos tiene en el medio el resentimiento por la primera impresión. Igor intenta cuidarla, demostrarle con pequeños actos de servicio que realmente entiende el dolor que ni ella misma quiere sentir. En la búsqueda por su esposo, él le brinda una bufanda para que no pase frío, la mira e intenta hablar con ella siendo muy respetuoso, y cuando llega el momento de firmar el divorcio, Igor (y muchos otros) se alegran al escuchar que Ani le dice a la madre de Vanya “tu hijo te odia tanto que se casó con una stripper para hacerte enojar.” 

Ani, o como luego le revela a Igor, Anora, termina pasando una noche con él en la casa que por una semana fue suya, mientras le llega el pago que le prometieron. Ani, la stripper que, por un momento, tocó el cielo… y ahora Anora, una chica clase baja que debe volver a comenzar. Igor le dice que le gusta más su nombre real, pero ella sigue a la defensiva, incluso cuando Igor le confiesa que es su cumpleaños. Ani solo le hace algunos comentarios pasivo-agresivos, incluso diciéndole que ella sabe que él podría abusar de ella. Ani está dolida, y aún cuando ella habla desde el dolor, Igor se limita a desearle las buenas noches. Anora lo sabe, sabe que él la ve, pero piensa que solo busca una cosa de ella, como todos los hombres. 

La escena donde todo queda en silencio, en medio de una tormenta de nieve, es de las más desgarradoras. Sin música, solo el sonido del parabrisas del auto, Igor le entrega el anillo de su fugaz compromiso. Aquí, Ani toma el anillo y como si aquello fuera una transacción, piensa que debe pagarlo. Sin pensarlo mucho, besa a Igor, se pone encima de él e intenta darle placer. Total, a eso se dedica, ¿no? Es un día más en su trabajo, es solo el pago de caer de cara desde el cielo en el que vivió. Pero Igor no es un hombre como los demás, Igor realmente la ve, y entre el ruido del parabrisas y la nieve cayendo, Anora se quiebra y rompe en llanto. Igor la toma en sus brazos, la consuela. La vida no es un cuento de hadas, y el mundo ya fue suficientemente duro con Anora, y solo queda sentir el dolor de volver a la realidad. 


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